Para que el vidrio templado conserve su belleza, integridad y propiedades, es necesario tener ciertos cuidados y precauciones, de modo que no se dañe. A continuación te presentamos nuestros tips para que tus ventanas, escaleras y cancelería de vidrio templado luzcan como nuevo.

El vidrio es un material que por su estructura, que no es cristalina, se puede romper cuando se somete a tensión. Ya sea por un golpe o por rayones en los bordes y superficies, los productos de este material se pueden dañar. Incluso la presión del viento excesiva, un fuerte golpe, presión mecánica o un esfuerzo de calor producido por un calentamiento diferencial pueden romperlo. Es por ello que debes de cuidar que estas condiciones no se produzcan en tus espacios con vidrio templado.

Los vidrios pueden mancharse debido a la humedad, residuos de materiales de construcción o por estar cerca de zonas donde está expuesto a trabajos con chispas de calor (soldadura). Evita que tus vidrios se encuentren expuestos, cuídalos y límpialos en cuanto ocurra el inicio de la mancha. Para limpiarlos bastará con tener cuidado, para no ejercer fuerza, no apoyarse, enjuagarlos con una esponja o trapito suave y utilizar productos especializados para la limpieza de este material.